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1.
Iatreia ; 22(1): 67-76, mar. 2009. ilus
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-554027

ABSTRACT

Los síndromes de Bartter y Gitelman son trastornos hereditarios caracterizados por una reducción marcada del transporte de sales por el asa ascendente gruesa de Henle. Los pacientes con el síndrome de Bartter presentan grandes pérdidas renales de agua, hipotensión arterial, alcalosis metabólica, hipokalemia e hipercalciuria y tienen un riesgo alto de sufrir nefrolitiasis. Estudios recientes han permitido subdividir el síndrome de Bartter en cinco tipos de acuerdo con el defecto genético y el fenotipo. El tipo 1 es causado por una mutación en el gen que codifica para el cotransportador cloro-sodio-potasio; el tipo 2 se debe a una mutación en el gen que codifica para el canal de potasio ROMK. Estas dos variantes genéticas se denominan conjuntamente síndrome de Bartter neonatal por el comienzo temprano de los síntomas, con polihidramnios materno, prematuridad, poliuria grave y nivel elevado de prostaglandina E2. El tipo 3, conocido como síndrome de Bartter clásico, es causado por mutaciones en el gen que codifica para el canal de cloro CLC-Kb; se detecta desde la niñez con retardo del crecimiento, poliuria, polidipsia y anorexia. El tipo 4 se asocia a sordera neurosensorial y se caracteriza por una mutación en el gen que codifica para la proteína Barttin la cual hace parte de los canales de cloro CLC-Kb y CLC-Ka; el tipo 5 se debe a una mutación en el gen que codifica para un receptor de calcio ubicado en la membrana basolateral del asa ascendente de Henle; estos pacientes, además de los síntomas comunes a los de otros tipos, presentan déficit de paratohormona. El síndrome de Gitelman tiene un fenotipo más leve y una presentación más tardía que el de Bartter; se diferencia de este porque los pacientes tienen hipomagnesemia e hipocalciuria; pueden ser asintomáticos o presentar debilidad muscular transitoria, parestesias, parálisis e incluso alteraciones del ritmo cardíaco. Los avances en genética molecular han permitido la clasificación adecuada de estos síndromes y han abierto puertas para diferentes opciones terapéuticas. Esta revisión incluye aspectos genéticos, fisiopatológicos y clínicos de estos síndromes.


Bartter and Gitelman syndromes are hereditary disorders characterized by a remarkable reduction of salt transportation by the thick ascending limb of the Henle‘s loop. Consequently, patients suffering from Bartter syndrome present with renal salt wasting, low blood pressure, hypokalemic metabolic alkalosis and hypercalciuria, and are at risk of developing renal stones. Based on recent studies, the Bartter syndrome has been subdivided into five types according to the genetic defect involved and the phenotype: type 1 is caused by a mutation in the gene coding for the chloride, sodium, and potassium co-transporter; type 2 is due to a mutation in the gene coding for the ROMK potassium channel. These two genetic variations are jointly denominated neonatal Bartter syndrome, because of their early clinical presentation, with maternal polyhydramnios, prematurity, severe polyuria and high levels of E2 prostaglandine. Type 3, also known as classic Bartter syndrome, is produced by mutations in the gen that codes for the chloride CLC-Kb channel; this type is detected since childhood with growth delay, polyuria, polydipsia and anorexia. Type 4, which is associated with neurosensorial deafness, is characterized by a mutation in the gen that codes for the Barttin protein which is a part of the CLC-Kb and CLC-Ka chloride channels. Type 5 appears because of a mutation in the gene that codes for a calcium receptor located at the basolateral membrane of the ascending limb of Henle‘s loop; patients with this type develop parathormone deficit, as well as the symptoms that are common to all types of the syndrome. The phenotype of Gitelman syndrome is less severe and its clinical presentation is delayed; it differs from the Bartter syndrome in that patients have hypomagnesemia and hipocalciuria. They may be asymptomatic or show transitory muscular weakness, paresthesias, paralysis and even cardiac rhythm alterations. Recent advances in molecular genetics have made it possible to distinguish between the different clinical types and are the basis for several therapeutic options. This review includes genetic, physiopathological and clinical aspects of the Bartter and Gitelman syndromes.


Subject(s)
Alkalosis/etiology , Bartter Syndrome , Gitelman Syndrome
2.
Iatreia ; 19(2): 141-154, jun. 2006. tab
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-434453

ABSTRACT

En el Hospital Universitario San Vicente de Paúl (HUSVP) de la ciudad de Medellín, Colombia, estudiamos 4.129 niños con infección del tracto urinario (ITU). Encontramos que entre las anomalías asociadas a la ITU la más común fue el reflujo vesicoureteral (RVU) en 1.309 niños (31,7 por ciento), quienes presentaron 1.914 unidades renales afectadas (605 niños tenían reflujo bilateral). El presente es un trabajo descriptivo, retrospectivo, llevado a cabo con la información registrada en las bases de datos del servicio de nefrología pediátrica, en los niños con diagnóstico de RVU menores de 17 años, atendidos entre 1960-2004. Se evaluaron las características clínicas relevantes de dichos niños, y se encontraron como hallazgos principales los siguientes: predominio en el sexo femenino (61,1 por ciento); que el diagnóstico de RVU se hizo al 29,2 por ciento de los pacientes en el primer año de vida, y que el 41,4 por ciento tenían otras anomalías asociadas al RVU. Otros hallazgos de importancia fueron: que el 72,4 por ciento de los niños tuvieron RVU de los grados III y IV; el 53,8 por ciento tuvieron compromiso unilateral; el 23,8 por ciento de los casos se resolvieron espontáneamente y el 36,1 por ciento necesitaron corrección quirúrgica. En cuanto al estudio de las cicatrices renales, se realizó en 582 pacientes (44,5 por ciento de 1.309) de los cuales fue positivo en 371 (63,7 por ciento); el 2,3 por ciento presentaron hipertensión arterial; el 7,4 por ciento desarrollaron insuficiencia renal crónica (IRC); al 0,9 por ciento se les realizó trasplante renal, y el porcentaje de muertes fue de 2,4 por ciento. Los hallazgos del presente estudio, muy cercanos a los reportados en la literatura, nos permiten hacer énfasis en las recomendaciones sobre el manejo de los niños con RVU por el riesgo de presentar lesiones renales que conducen a hipertensión e IRC. El progreso tecnológico que permite un diagnóstico más preciso del reflujo y de las cicatrices renales, la difusión de la información y el mayor compromiso del equipo médico se deben aprovechar para hacer un estudio más temprano y un mejor tratamiento de estos niños.


A total of 4.129 children with the diagnosis of urinary tract infection (UTI) were attended at Hospital Universitario San Vicente de Paúl in Medellín, Colombia, between 1960 and 2004. Vesicoureteral reflux (VUR), the commonest anomaly associated to UTI, was found in 1.309 children (31.7%) who presented 1.914 cases of affected renal units (605 patients had bilateral reflux). This is a descriptive, retrospective work, carried out with information registered at the pediatric nephrology service by one of the authors (VPE) on children younger than 17 years, with the diagnosis of VUR.The most important registered characteristics were reviewed, and the findings were as follows: 61.1% of children were women, 29.2% had the diagnosis of VUR made during the first year of life, and 41.4% had other associated anomalies; 72.4% of children had VUR of either III or IV grades, 53.8% had unilateral reflux, 23.8% had spontaneous resolution, and 36.1% required surgical correction. In 582 (44.5% out of 1.309) of these patients, studies for renal scarring were carried out, and it was found in 371 (63.7%); 2.3% had high blood pressure, 7.4% developed chronic renal failure; 0.9% received kidney transplantation, and 2.4% died. Our findings, similar to those reported by other authors, allow us to insist on the need for adequate management of children with VUR, because of the risk of developing high blood pressure and chronic renal failure. Better diagnostic systems for VUR and renal scarring, the progress of information diffusion, and the medical interest on this subject are opportunities for making earlier diagnoses, and opportune and proper treatment of these children


Subject(s)
Urinary Tract Infections , Vesico-Ureteral Reflux , Hydronephrosis
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